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Paul Gauselmann dona 5 millones de euros a la ciudad de Lübbecke
By Phil - 14 de junio de 2024Paul Gauselmann y la Fundación Paul y Karin Gauselmann han firmado un acuerdo de donación con el alcalde Frank Haberbosch por un importe de 5 millones de euros en beneficio de la ciudad de Lübbecke.
Se trata de la mayor donación que ha recibido la ciudad en sus aproximadamente 1,200 años de historia. El dinero se utilizará para financiar proyectos sin fines de lucro y orientados al bienestar público en el lugar.
"Siempre me sentí conectado con la ciudad de Lübbecke", explicó Paul Gauselmann. "Al fin y al cabo, nuestra planta de producción, que contribuye de forma significativa al éxito del grupo Merkur, existe desde hace casi 50 años". Además, las actividades comerciales, la investigación y el desarrollo y toda la logística se encuentran en esta ciudad de 26,000 habitantes. “Por eso es lógico que, después de Espelkamp, también ayude económicamente a la ciudad de Lübbecke”, explica el donante. No fue hasta abril que el portavoz del consejo de administración del grupo Merkur anunció que, a través de su fundación, donaría 8.7 millones de euros a la ciudad de Espelkamp. Además, él mismo había prometido una cantidad de unos seis millones de euros para la construcción de dos guarderías, una en Gestringen y otra en Espelkamp. De este modo, Paul Gauselmann firmó en pocos meses una ayuda por valor de unos 20 millones de euros.
“La generosidad del señor Gauselmann es única y merece el mayor respeto”, subraya el alcalde de Lübbecke, Frank Haberbosch. "Sólo puedo agradecerles mucho por la donación". El jefe de la ciudad y el patriarca de la empresa hablaban desde hacía tiempo sobre qué proyectos se podrían apoyar y cómo debería ser el uso eficaz de las donaciones. Ahora el acuerdo se ha firmado en la oficina de Paul Gauselmann en Espelkamp. Garantiza que cada proyecto sea cuidadosamente seleccionado y llevado a cabo en beneficio de toda la población. Los proyectos cubren diversas áreas, incluidas mejoras de infraestructura, iniciativas educativas y programas sociales que tienen como objetivo aumentar aún más la calidad de vida en Lübbecke.
“Hoy es un gran día para todos los habitantes de Lübbecke. Estamos orgullosos de que el señor Gauselmann sea nuestro ciudadano honorario”, explicó Frank Haberbosch. "El dinero nos da un cierto margen de maniobra en las tareas de los servicios municipales de interés general". Incluso si el presupuesto no está actualmente al límite, la ciudad todavía sufre una falta crónica de financiación por parte del Estado.
Con su gran donación, Paul Gauselmann demuestra que, después de 67 años como empresario de éxito, está nuevamente dispuesto a asumir una mayor responsabilidad social. “Muchos de mis empleados viven en Lübbecke. Por supuesto, me gustaría que también encontraran buenas estructuras”.
En el pasado, Paul Gauselmann apareció repetidamente en la ciudad como un mecenas importante. Por ejemplo, hace tres años Paul y Karin Gauselmann financiaron un robot quirúrgico para el hospital de Lübbecke por alrededor de 1.4 millones de euros. Por su extraordinario compromiso, el fundador de la empresa recibió hace 19 años la ciudadanía honoraria de la ciudad de Lübbecke.
La historia de éxito de Paul Gauselmann comenzó hace 68 años: llegó a Espelkamp como empleado del departamento de desarrollo y seis meses después dio el paso hacia el trabajo autónomo a tiempo parcial como instalador de autómatas musicales: así nació el grupo Merkur. . “Desde hace 67 años me acompañan la esperanza y el temor constantes por el bienestar del grupo empresarial”, informa Paul Gauselmann. "Nunca he estado en números rojos y siempre he vivido frugalmente".
En relación con el crecimiento constante de la empresa, que ahora cuenta con unos 15,000 empleados, el fundador de la empresa también ha logrado una prosperidad financiera personal, de la que se benefician en primer lugar la Fundación Paul y Karin Gauselmann y los numerosos beneficiarios de las donaciones. Con motivo de su 90 cumpleaños, el 26 de agosto, Paul Gauselmann no pierde la oportunidad de repartir generosamente regalos y hacer mucho bien. Y promete: “Dotaré a la fundación en gran medida con mi capital privado para que pueda seguir obteniendo muchos beneficios en la región en los años venideros”.
Leyenda: Paul Gauselmann y el alcalde de Lübbecke, Frank Haberbosch, firman el acuerdo de donación