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Brasil – Surgen más detalles sobre el caso de arreglo de partidos

Operación Pena Máxima ha identificado la participación de hasta 72 personas como parte de un grupo ilegal de arreglo de partidos, según el periódico local Globo.

El informe fue basado en el análisis de casi 3,000 páginas de documentos relacionado con la investigación gubernamental. Hasta ahora, se han descubierto conexiones entre 43 atletas, el 60% del total investigado como parte del plan. Los datos también revelaron múltiples conexiones de la pandilla que aún no han sido reveladas por el Ministerio Público de Goiás. Sólo nueve de los 21 jugadores, financieros y miembros de la parte administrativa del grupo mencionados en las conversaciones obtenidas por los investigadores fueron denunciados y procesados. Tres ya prestaron declaraciones y son el blanco de la nueva etapa de la investigación. Otros nueve no han sido identificados formalmente.

Entre los miembros no identificados hay cuatro miembros de “Frota Bet”, un grupo de WhatsApp utilizado para recaudar dinero para apuestas. Este chat grupal se utilizó como prueba durante la última fase de la operación para obtener nombres de los jugadores involucrados y comprobantes de los pagos realizados a los deportistas. Además del jefe del grupo, cuatro de los financistas más activos de la banda participaron en las conversaciones, todos utilizando números de móviles registrados en São Paulo.

Según Globo, los miembros recaudaban semanalmente considerables cantidades de dinero para que el jefe de la banda pudiera llevar a cabo sus operaciones. El beneficio de las apuestas se dividió entre estos financistas, el jefe de la banda y una parte se reservó para pagar al atleta involucrado en el plan.

Otra parte de la banda en el punto de mira de las fuerzas del orden para la siguiente fase de la operación es la de los intermediarios. En total, ocho empresarios, agentes y amigos de los jugadores negociaron con la banda en nombre de los deportistas. Sin embargo, sólo uno de ellos está imputado: se le acusa de haber negociado un pago de R$ 100,000 para que un jugador cometiera una penalización. Según los informes, incluso se pagó a un miembro del grupo una comisión por incorporar a un nuevo jugador al plan de arreglo de partidos.